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En las montañas de la locura.

Mitos de Cthulhu.

Mitos de Cthulhu.

La obra del escritor estadounidense Howard Philips Lovecraft (1890-1937) se puede dividir en tres etapas: la época dunsaniana, los mitos de Nueva Inglaterra y los mitos de Cthulhu.

Los mitos de Cthulhu son una serie de relatos basados en que antes de que existiera la vida en la tierra, nuestro planeta estaba dominado por criaturas sumamente poderosas e inmortales, los primigenios o primordiales. Éstos fueron desterrados de la tierra por los dioses arquetípicos(cabe destacar que los dioses arquetípicos no fueron concebidos por Lovecraft) y confinados a diferentes lugares, desde ciudades sumergidas a regiones del polo, bosques inexplorados, otros planetas y otras dimensiones. Los primigenios siguen viviendo ocultos, aunque algunos de han llegado a comunicarse con los humanos. Esto ha dado lugar a las leyendas sobre dioses, demonios, espiritus...que se cuentan.

La ciudad sin nombre (1921) se considera el primer relato perteneciente a la etapa de los mitos de Cthulhu, aunque todavia conseva el estilo dunsaniano de su juventud. En el ceremonial (1923) también quedan ciertas reminiscencias dunsanianas, pero la acción transcurre ya en Nueva Inglaterra. Es a partir de la llamada de Cthulhu (1926) cuando los mitos adquieren su forma definitiva, en colaboración con el llamado "círculo de Lovecraft" pues son los mitos de Cthulhu una obra colectiva.

Al "circulo de Lovecraft" pertenecían escritores con los que mantuvo correspondencia, según Lovecraft como "una faceta más a mi gusto por lo antiguo...el arte epistolar fue asiduamente cultivado en el siglo XVIII , que es mi siglo predilecto". Cada uno de sus corresponsales fue bautizado con un apodo de lo más exótico. Así Belknapius era Frank Belknap Long; Melmoth, Donald Wandrei; el Conde d’ Erlette, August Derleth; Klarkash-Ton, Clark Ashton Smith, Bho Block, Robert Bloch; Monstro Ligriv, Virgin Finlay; Bob Dos Pistolas, Robert Howard; e incluso el propio Lovecraft firmaba sus cartas como el Sumo Sacerdote Ech-Pi-El (transcripción fonética inglesa de sus iniciales), como Abdul Alhazred o como Luveh-Kerapf.

Esta amistad del circulo de Lovecraft pronto se reflejó en su obra, quien introdujo a sus corresonsales en sus relatos. De esta manera, aparecen:

Derleth, como el Conde d’Erlette, autor del horrible libro titulado "Le cultes des Goules", y también como Danforth en "En las montañas de la locura" (1931) o Wilmart en "El que susurraba en las tinieblas" (1930); Ashton Smith como autor de abominables esculturas y de poemas cósmicos, lo que realmente era; Robert Bloch, como Robert Blake, un ocultista víctima de sus propias magias.

Un elemento fundamental de los mitos de Cthulhu son los libros malditos, de los cuales el más famoso es el Necronomicon (Reseña de la ley de los muertos) del  árabe loco Abdul Alhazred. Otro de estos libros, fuente de información principal de los primigenios, son: el Unnausprechlichen Kulten de Carl von Junz; De vermis mysteriis, de Ludwig Prinn; Le culte des Goules del  Conde d’Erlette; el Libro de Eibon o Liber Ivoris... La mayoría de estos autores se volvieron locos, se suicidaron o fueron extrañamente asesinados (como Abdul Alhazred, que murió a plena luz del día devorado por una bestia invisible). 

Otro elemento importante de los mitos es que suelen situarse en ciudades imaginarias de Nueva Inglaterra, como Dunwich, Innsmouth y Arkham, donde se encuentra la Universidad de Miskatonic, uno de los pocos lugares del mundo donde se conserva un ejemplar del Necronomicon.

Así mismo, los personajes de los relatos de Lovecraft suelen ser eruditos aficionados a rebuscar en libros polvorientos, profesores o alumnos de la universidad de Miskatonic.

Los mitos se caracterizan por sus incoherencias:

Mientras que en unos relatos los primigenios son expulsados por fuerzas cosmicas impersonales, en otros son derrotados en la lucha con otras razas. A veces los primigenios se muestran hostiles al hombre y tienen planes contra él, pero otras veces se limitan a ignorar a la humanidad. Unas veces no están hechas de materia, mientras que otras veces son de carne y hueso. En algunos relatos los primigenios son inmortales, y otras veces son vulnerables a la magia y a las armas.

En los mitos de Lovecraft, se habla de distintas razas:

Los grandes antiguos: seres que crearon la vida en la tierra por error. Tienen una ciudad en la Antártida, específicamente en la meseta de Leng, y es el único vestigio que queda de ellos (en las montañas de la locura, 1931)

La gran raza: raza de seres que vivieron en la era Primaria, siendo enemigos de los Grandes Antiguos, y que se comunican mentalmente con seres del futuro (La sombra más alla del tiempo, 1935).

Los Mi-go: son los habitantes de Yuggoth, el planeta que nosotros conocemos como Plutón (el que susurraba en las tinieblas, 1930).

En cuanto a los dioses primigenios, se distinguen entre dioses mayores (Cthulhu, Yog sothoth, Shub Niggurath, el loco Azathoth, Nyarlathotep, Lloigor, Hastur o el que no debe ser nombrado, Ubbo Satlha y el Wendigo, conocido como Itaqua, el que camina por el viento, un ser que habita en las heladas tierras del Norte, donde captura a viajeros perdidos) y los dioses menores (Dagon, Hydra, Nug, Gnoph-Keh, Yig). Además, existen los llamados sicarios o seres abominables, cuya función consiste en liberar a los primigenios. Entre estos se encuentran los Shantares, los Dholes, los descarnados de la noche y Mi-go.

El más famoso de los primigenios es Cthulhu, el dios máximo, que da nombre a los mitos. Este ser con cabeza de pulpo yace dormido en la ciudad sumergida de R’yleh, en el pacífico, y en sueños se comunica con sus seguidores, como se narra en la llamada de Cthulhu (1926). Cthulhu es servido por una raza de hombres peces que viven en una ciudad sumergida frente a Innsmouth (la sombra sobre Innsmouth, 1931). Se cree que Abdul Alhazred se refirió a él en un verso del Necronomicon; "No esta muerto lo que yace perpetuamente. Y en el transcurso de los evos, incluso la muerte puede fenecer".

Nyarlathotep es el único que puede moverse con libertad por nuestro Universo disfrazado y con una máscara de seda, como mensajero de los dioses y observador de los hombres (el que susurraba en las tinieblas). Se le invoca como el caos reptante, el que aúlla en la noche o morador de las tinieblas.

Shub-Niggurath se supone que fue adorada como diosa de la fertilidad en Babilonia. Fue invocada como la cabra negra de los bosques con un millar de descendientes. No obstante, en ningún relato aparece como protagonista.

En El horror de Dunwich (1928) aparece Yog-Sothoth, el guardián del umbral y el que es uno en todo y todo en uno, quien abrirá la entrada a nuestro Universo a los primigenios.

A pesar de los juicios controversiales acerca de la auténtica medida de su talento y del valor literario de sus obras, H.P. Lovecraft es sin duda uno de los más grandes autores que ha dado el género de horror en la literatura, y es una referencia obligada para cualquier creador de sombras hoy en día.      

 

  

 

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